Las videoconferencias existen para algo. Si funcionan hoy en día en las prisiones, ¿cómo no las utilizan en los juzgados?
Porque gastar por gastar, detener por detener, y mover a la prensa para no declarar… para eso se quedan en casa. También le hubieran podido tomar declaración –que no iba a llevarse a cabo y se tenía conocimiento de ello –en algún juzgado o comisaria de Madrid por medio de dicha videoconferencia, y evitar las detenciones, los viajes aéreos, el yo dije, tú dijiste, y todo el show mediático que ha rodeado el caso del señor Ruiz Mateos, que hace de su capa un sayo y se ríe abiertamente de todos y, en especial, de la Justicia.
No nos extraña, visto lo visto, cómo funcionan los juzgados y, por ende, la Justicia en general; de las cuatro comparecencias –dos sin comparecer-, de las detenciones, de lo “mala” que es la jueza, etc., y del traslado final… pá ná.